25 septiembre 2009

Oportunidades en la epidemia de obesidad


En los pasados seis meses, la U.S. Food & Drug Administration (FDA) ha tomado en consideración la aprobación o no de tres drogas nuevas para la gota. Esta dolorosa enfermedad, una vez llamada “enfermedad de reyes”, debido a su asociación con la vida costosa y para la que no ha habido nuevos tratamientos en los últimos 40 años, está ahora en alza, al igual que la apnea, la infertilidad, las enfermedades renales, el hipertiroidismo, y nuevas dolencias tales como el síndrome metabólico. Todos estas enfermedades al parecer sin conexión, son efectos secundarios de la obesidad, que ahora aflige a un tercio de los adultos en EUA.

Se estima que el gasto médico en enfermedades relacionadas con la obesidad se ha duplicado en la pasada década, a US$ 147 mil millones, el 9.1% del gasto médico total. La industria farmacéutica está, como resultado de esto, moviendo sus investigaciones hacia esos rumbos y se espera que en los próximos 5 a 10 años salgan a la luz varias nuevas drogas para la obesidad y condiciones relacionadas con ella, cuyo mercado podría estar valorado en miles de millones, aunque no es fácil hacérselas llegar a los pacientes.

En años recientes, los tratamientos para la obesidad han fallado uno tras de otro, por efectos secundarios como la depresión, los problemas cardíacos y la diarrea. Lo mismo ha pasado con las medicinas para la gota (causada por un exceso de ácido úrico en la sangre que se acumula en las articulaciones, causando dolor e inflamación), cuya incidencia comenzó a elevarse hace 20 años, junto con la obesidad, y hoy 5 millones la sufren en EUA. Los antiinflamatorios genéricos han sido el tratamiento más común por décadas, aunque son de limitado beneficio para mucha gente.


En febrero, la FDA aprobó Uloric, de Takeda Pharmaceuticals luego de cinco años convenciéndose de que la droga era segura, y el 2 de agosto aplazó otro tratamiento para la enfermedad (Krystexxa de Savient Pharmaceuticals), exigiéndoles nuevos datos sobre los efectos secundarios y el proceso de fabricación. Los problemas de la obesidad, van más allá de la gota. La apnea al dormir (altos ronquidos e insomnio intermitente, por el colapso de las vías aéreas superiores durante el sueño), es un efecto secundario del exceso de peso alrededor del cuello. Según un estudio reciente, el mercado mundial para dispositivos respiratorios va a duplicarse para el 2015, a US$ 7.4 mil millones, debido a la creciente demanda de pacientes con este mal.

Las farmaceúticas están muy interesadas en presentar tratamientos para el síndrome metabólico (incluye grasa abdominal, colesterol alto y altos niveles de azúcar en la sangre). La investigación es complicada pues la FDA no lo reconoce como una enfermedad, pero Merck y Eli Lilly están desarrollando drogas para esta dolencia.

Articulo completo en Business Week: http://www.businessweek.com/magazine/content/09_37/b4146058689150.htm

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