04 junio 2011

La bacteria E.Coli aparecida en Alemania se comporta como pegamento

Científicos que investigan la nueva versión de Escherichia coli aparecida en Alemania, que ya ha causado al menos 18 muertes, descubrieron que la bacteria combina una toxina altamente venenosa pero común, con un raro “pegamento”, que la une con el intestino del paciente.

Podría tomar meses todavía entender las características de esta variación de la bacteria, que ha enfermado a unas 1.500 personas en Europa, pero se teme que se trata de la E. coli más tóxica que haya atacado a la población humana.

La mayoría de las bacterias E. coli son inofensivas, pero la versión aparecida en Alemania y otros lugares del viejo continente es conocida como 0104:H4, y es parte de una rama más tóxica de estas bacterias conocida como STEC. Este tipo de bacterias produce una toxina llamada Shiga, que causa diarrea y vómitos. En casos severos, ataca a los riñones, pudiendo producir la muerte.

Los investigadores creen que, tal como otras STEC, esta bacteria contiene un “pegamento” o proteína que ayuda a la bacteria a pegarse a las células del intestino. Así, al cuerpo le cuesta más deshacerse de la bacteria, de modo que ésta puede seguir emitiendo la toxina durante más tiempo. Sin embargo, la bateria aparecida en Alemania no tiene el mismo pegamento que tienen las demás STEC, y le falta un gen llamado “eae”.


La bacteria alemana ha afectado a más adultos y mujeres que hombres y niños. Sin embargo, la E. coli corriente afecta normalmente más a los niños, y no discrimina por género. La ausencia del gen podría sugerir que éste juega un rol en a quién afecta la bacteria.

Las propiedades diferentes de esta E. coli no sólo se limitan al pegamento o a la infección de adultos. También es resistente a antibióticos. Para empeorar las cosas todavía más, no se ha podido identificar aún el origen de la infección. Aunque en un momento se le echó la culpa a pepinos importados de España, estudios descartaron que la bacteria haya estado presente en el vegetal.

Los científicos esperan que con un mayor análisis del genoma de la bacteria se pueda entender mejor qué es lo que le da la habilidad de pegarse al intestino, y cómo eso se relaciona con el potencial infeccioso que tiene en los adultos y las mujeres.