28 septiembre 2009

Google Books genera controversia


Hace unos años, Google empezó a trabajar con bibliotecas de investigación de EUA para crear copias digitales de sus colecciones, parte de las cuales estarían disponibles online. Un grupo de autores y editoriales lo demandaron por violación del copyright, pero el pasado año llegaron a un acuerdo para resolver la demanda colectiva, para el que hoy buscan aprobación judicial. Entre otras cosas, éste permitirá a la compañía escanear millones de libros que estén agotados, incluyendo los huérfanos (textos protegidos por copyright de personas desconocidas), sin obtener permiso de los poseedores del copyright; podrá vender las obras individuales o el acceso a su biblioteca completa, pagándole una parte a los dueños del copyright, si pueden ser localizados. Próximamente, una corte federal dará una audiencia sobre el acuerdo, que ayudará a perfilar el futuro de las publicaciones digitales.

Muchos están en contra. El 31 de agosto, el gobierno alemán demandó a Google ante la corte de EUA por violar las leyes de copyright de Alemania y lo propio han hecho las editoriales francesas. En Japón, dos destacados escritores han presentado una queja acerca de sus acciones y muchas firmas de EUA se oponen a ellas, incluyendo Microsoft, Yahoo! y Amazon. Junto con "Internet Archive" (Archivo de Internet, organización sin fines de lucro con un proyecto rival al de Google), estas han formado la Alianza del Libro Abierto, para hacer campaña contra el acuerdo, que alegan podría crear un monopolio sobre los libros digitales que conduciría a menos elección y mayores precios para los consumidores. El Departamento de Justicia de EUA examina el acuerdo para ver si es anticompetitivo y comunicará a la Corte su veredicto el 18 de septiembre.

Google alega que el acuerdo no puede ser abierto, pues así funcionan los acuerdos colectivos en EUA, pero no es exclusivo y otras compañías son libres de buscar uno similar, aunque en la práctica, es probable que pocos estén dispuestos a hacerlo. Google sostiene que, lejos de suprimir la competencia en el mercado emergente de libros electrónicos, el acuerdo lo aumentaría, ofreciendo una alternativa en base a la Web a sistemas tan caros como el Kindle de Amazon. Habiendo comprado un libro a Google, los clientes podrán leerlo en cualquier dispositivo con acceso a Internet y al aclarar el estatus de copyright de millones de libros digitales, se hará más fácil a otras firmas lograr acuerdos para poder usarlos.

Esto explicaría por qué el acuerdo está obteniendo un inesperado apoyo. En una reciente carta a la corte, los abogados de la Sony japonesa, que también produce lectores para libros electrónicos, argumentaron que si el acuerdo es aprobado tendrá “muchos y muy significativos efectos procompetitivos”. Para Viviane Reding, comisionada de la Unión Europea para Telefonía y Medios, nuevos modelos de negocios como el de Google, complementarían la iniciativa de la UE de digitalizar la herencia cultural europea. Google aún podría ganar esta pelea.

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