Avatar ya es leyenda. Con sólo tres semanas en salas, es ya una de las películas más taquilleras de la historia. Es la cinta que menos tiempo ha tardado en superar la barrera psicológica de los mil millones de dólares en taquilla (en concreto 1.022, es decir, 712 millones de euros) y forma parte ya del exclusivo club de monstruos de la historia de Hollywood...
Un club en el que figuran por igual clásicos modernos, como Titanic (del mismo Cameron) o la tercera entrega de El señor de los anillos (Peter Jackson) y viejos clásicos como Lo que el viento se llevó (Victor Fleming), Los diez mandamientos (Cecil B. DeMille) o (aunque mucho menos viejos) Tiburón y E.T. (ambas de Spielberg).
Avatar llegó a los cines rodeada de gran expectación y grandes dosis de escepticismo: que si la película más cara de la historia (300 millones de euros), que si un ejercicio de megalomanía, que si un experimento revolucionario pero demasiado arriesgado para funcionar, especialmente en tiempos de crisis. Comentarios similares a los que el realizador recibió hace más de una década con su anterior estreno, Titanic. Avatar parecía haber pinchado en hueso con un estreno inicial en salas bueno a secas, nada del otro mundo. Pero una vez más, Hollywood se come sus palabras y aprende a escuchar al público y a Cameron por conectar con las masas.
Los estudios Fox, productores de la cinta, confirmaron el lunes que el largometraje superó los mil millones de dólares con una recaudación de 352,1 millones de dólares (245,5 millones de euros) entre Estados Unidos y Canadá, frente a 670,2 millones (467,3 millones de euros) en el resto del mundo. Cifras que sitúan este filme épico de ciencia ficción por encima de El caballero oscuro y rozando Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto (1.066 millones de dólares) y El señor de los anillos: El retorno del rey (1.119 millones de dólares), recaudaciones que se espera que supere sin problema, dado que Avatar ni tan siquiera lleva un mes en las pantallas y que durante las festividades navideñas el cartel de no hay localidades acompañó de manera continua los pases de la película, especialmente en las proyecciones digitales en 3D o las de IMAX.
Sólo una película puede hacerle sombra y no es otra que Titanic. La que es hoy por hoy la película más taquillera de la historia, tras una recaudación en salas de 1.800 millones de dólares (1.285 millones de euros) entre 1997 y 1998, puede ser el rival insuperable de Avatar, a pesar de que la película, mezcla de imagen real y animaciones digitales, es ya la más taquillera de Rusia, la cuarta en España y Australia y se estrena hoy en China, un mercado cada vez más lucrativo cuando se trata de grandes estrenos llenos de efectos especiales.
Para superar a Titanic, Avatar tiene que mantener el mismo ritmo de ventas hasta febrero o incluso marzo. Difícil pero no imposible, dado que al igual que pasó con Titanic, se espera la presencia del filme entre los candidatos al Oscar, una vez que se ha hecho hueco entre los aspirantes al Globo de Oro, el hermano menor de los galardones de la Academia de Hollywood.
El éxito de Avatar ha generado el efecto dominó en una industria que hoy se frota las manos tras disfrutar de un estelar comienzo de año, con un número de entradas que superó en un 50% las del pasado año en estas mismas fechas.
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