O sea, el estudio demostró por primera vez que nuestros cerebros tienen integrado una restricción neuronal que nos inhabilita para ser empáticos y analíticos al mismo tiempo. O sea, funcionaría de una forma similar a cuando uno ve esas típicas ilusiones que muestran una imagen que podría ser, por ejemplo, un jarrón o dos personas mirándose frente a frente. El cerebro no puede ver las dos imágenes a la vez, o lo interpreta como las siluetas, o como un jarrón.
Para demostrarlo reclutaron a 45 voluntarios y los observaron con un equipo de resonancia magnética mientras les pedían que resolvieran problemas relacionados con la física y con los sentimientos de otras personas. Las imágenes mostraron que cuando resolvían problemas sociales, se desactivaban las zonas del cerebro asociadas al análisis, y cuando resolvían problemas de física, se desactivaban las zonas relacionadas con la empatía.
El descubrimiento significaría grandes consecuencias en el tratamiento de diversos desórdenes neuropsiquiátricos como la ansiedad, depresión o esquizofrenia. “Los tratamientos necesitarán balancear estas dos redes neuronales. Actualmente la rehabilitación –y la educación en general– se enfoca en refinar las redes analíticas, pese a que hay mas corteza cerebral dedicada a las redes sociales“, afirmó Anthony Jack, el líder del equipo de académicos.
“Uno no puede vivir sin ambas redes“, asegura Jack. “No es adecuado favorecer a una por sobre la otra, sino alternar entre ambas eficientemente y ocupar la red correcta en el momento correcto“.
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