Comencemos con las dos primeras propuestas:
1- La ley del techo
Reconoce que todos nos "fijamos" un techo o limite a nuestro desempeño. Vale la pena que examinemos de que hemos "construido" nuestro techo... Es de piedra o podemos "levantarlo"?
Generalmente este "techo" es un limite mental autoimpuesto!
Se nos ha ocurrido que realmente podemos hacer mas?
Maxwell llama a nuestra atención lor personajes bíblicos de Saul y David, con quien nos identificamos? Pensemos en los "techos" de Saul y el contraste con David quien empujo el techo que representaba su origen humilde como pastor, su juventud e inexperiencia... Superando toda expectativa!
Como podemos imitar a David y levantar nuestro propio techo?
2- La ley de la influencia
Piense en la situación de Josue: recibió la encomienda divina de guiar a la nación de Israel. El gran desafío para el era ganarse su lugar como sucesor ni mas ni menos que de Moises... y la verdad es que no fue acogido con mucho entusiasmo, el pueblo no quería que su líder Moises renunciara y le cediera su lugar a Josue.
Como todo nuevo líder Josue tuvo que aprender a influir en la gente, evidenciar su compromiso y convertirse en un modelo a seguir.
Como reaccionamos ante nuevas responsabilidades de liderazgo? Que preguntemonos que pasos específicos podríamos dar para inspirar a quienes lideramos a que asuman y cumplan tareas difíciles, superandos sus temores y resistencia naturales.
"Todo líder tiene techos (límites) en su vida. Nadie nace sin ellos. Y esos límites no desaparecen cuando una persona recibe un título, logra una posición o es investido de poder. La cuestión no estriba en si se tienen o no techos. La verdadera cuestión es que pensamos hacer con ellos".
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